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Problemas con la alimentación infantil

Problemas con la alimentación infantil …

Orientaciones familiares sobre hábitos de comidas saludables. Los problemas con la alimentación infantil

Los problemas en la alimentación infantil son más frecuentes de lo que nos imaginamos, por ejemplo, en los primeros meses puede darse un rechazo al pecho o al biberón o presentar cierta incapacidad para mamar; más adelante pueden aparecer ciertas manías a la hora de comer o comer de manera insuficiente.

Los padres se encuentran a menudo con niños inapetentes que manifiestan escaso o nulo apetito y esta conducta se repite de forma continua a las horas de la comida.
En la mayoría de casos los padres acuden a las consultas de los pediatras que descartan causas orgánicas que motiven la falta de interés por la comida y, en general, se trata de niños/as sanos que se desarrollan dentro de los parámetros normalizados.

Rechazo a ciertos alimentos e inapetencia

Rechazo a ciertos alimentos e inapetencia

RECHAZO A CIERTOS ALIMENTOS E INAPETENCIA

La falta de ganas a la hora de comer puede ser continua o temporal debido a diversos factores:

  1. Acontecimientos familiares o sociales: como el nacimiento de un hermano/a, la entrada al colegio o la pérdida de un familiar.
  2. Un proceso de aprendizaje mal adquirido: causado por la ansiedad del padre/madre ante uno o varios episodios de inapetencia que pueden llegar a producir angustia en todos los miembros de la familia y producir rechazo de la comida. En muchos casos, el adulto realiza una sobrevaloración de la comida y se relaciona la cantidad con la salud de sus hijos. En estos casos se presta una excesiva atención e insistencia que produce un círculo vicioso difícil de cortar. También puede deberse a la falta de rutinas en los horarios o picotear entre horas o el abuso de alimentos industrializados, dulces, chucherías, zumos envasados, refrescos, etc.
  3. Causas físicas: como enfermedades, dentición infantil o un golpe.

¿QUÉ DEBEMOS HACER?

Cuando nuestro hijo/a mantiene de forma continuada una inapetencia alimentaria es necesaria una valoración del pediatra para conocer el estado de salud del niño/a, y él nos dirá si requiere un aporte vitamínico o tratamiento de estimulación del apetito.

Si por el contrario la ausencia de apetito coincide con uno de los acontecimientos mencionados (dentición, enfermedad, nacimiento de un hermano…), debemos entender esta inapetencia como una llamada de atención. En este caso estableceremos unas pautas básicas que se han de mantener, como son:

  • Respetando la edad de cada niño y de lo que creamos que es capaz, hacerle partícipe de todos los preparativos de la comida. Por ejemplo que ayude a hacer la lista de la compra, a comprar, a preparar la comida, a diseñar el menú, a poner la mesa, etc.
  • Que el acto de comer sea una acción relajada y tranquila. Dedicar el momento de la comida para hablar de cosas divertidas que hayan pasado durante el día, o a planificar la tarde, haciendo de la comida un momento de relajación.
  • Crear un hábito de alimentación, se trata de comer en el mismo momento, en el mismo lugar y de la misma manera. Esto no quiere decir que en determinados momentos podamos saltarnos la norma y que puedan existir excepciones.
  • Asegurar la permanencia en la mesa durante el tiempo de las comidas (estableciendo un tiempo mínimo y uno máximo de estancia sin levantarse).
Asegurar la permanencia en la mesa durante el tiempo de las comidas

Asegurar la permanencia en la mesa durante el tiempo de las comidas

  • Comer el menú según el orden de presentación.
  • Hacer de la comida un momento de encuentro y convivencia, y evitar comer cada uno a su hora; esto va a favorecer el aprendizaje por imitación. Crear el hábito de comer/cenar al menos tres o cuatro veces en semana todos en familia. El niño aprenderá imitando, lo que comen los demás, normas de comportamiento y formas de relacionarse en la mesa.
  • Evitar distractores en la mesa, el objetivo principal es comer, pues evitemos juguetes, tele, periódico, móvil u otros elementos que nos distraigan del objetivo principal.
  • Explicitar unas formas de comer adecuadas de manera progresiva. Es decir, que el niño conozca las normas de su casa: uso de servilleta, postura en la mesa, empleo de cubiertos…
  • Posibilitar la degustación de alimentos nuevos en pequeñas dosis y aun respetando el rechazo hacia algunos alimentos, procurar no caer en la cesión a caprichos.
  • Conviene negociar con antelación una cantidad mínima (sobre todo de aquellos alimentos rechazados por el niño) e ir ampliando la cantidad poco a poco.
  • Evitar que los niños coman entre horas y abusen de dulces y chucherías.
Cinco comidas al día

Cinco comidas al día

  • Si el niño cumple con las normas familiares se le reforzará con atención, alabanza, elogios, etc…
  • Cuando el niño o la niña adopte una conducta inadecuada a la hora de comer, los adultos no deberán manifestar gritos, enfado, ansiedad y/o castigar. Se le debería retirar el plato, una vez finalizado el tiempo acordado. En la próxima comida, se mantendrán las mismas normas. Las pautas se adecuarán a las fases madurativas del niño.
  • Si el niño decide no comer el menú de hoy, no hacerle uno diferente. Comerá lo que hayamos planeado para la siguiente comida y hasta entonces tomará únicamente toda el agua que quiera.
  • Fomentar la autonomía del niño, dejándole que sea él quien coma solo, seguro que comerá mucho más rápido si se lo dan sus padres, pero no aprenderá a hacerlo.

UN ESPÍRITU POSITIVO

Por último, recomendamos enfrentarse a la situación con un ánimo distinto. Piensa que en la mayoría de las ocasiones se trata de algo pasajero, no desesperes y fíjate más en la curva de crecimiento de tu hijo que en la cantidad de alimento que toma. En realidad se trata de empezar a valorar lo que come en vez de lo que deja en el plato.

Un espíritu positivo

Un espíritu positivo

Recomendaciones

  • Reconocerle cualquier avance que observemos a la hora de la comida, si tarda menos, si prueba algo nuevo, si ayuda en la mesa, si está toda la comida sentado sin levantarse, por mínimo que nos parezca el progreso. De esta manera estaremos reforzando que quiera repetirlo para obtener la atención de sus padres.
  • No atender su comportamiento cuando su actitud en la mesa no sea la que se espera (extinción), seguir con la conversación o la comida sin hacerle caso. Cuando de nuevo vuelva a comer o a sentarse, es el momento de decirle lo bien que lo está haciendo.
  • Constancia, firmeza, y paciencia en este aprendizaje, estás enseñando a comer a tu hijo/a y esto no se consigue en un día. El aprendizaje ha de ser progresivo, plantear primero un objetivo y cuando esté conseguido, otro.
  • Plantearse muchos objetivos de golpe, o un objetivo muy general, dificulta el conseguir llegar a la meta.

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA

Libros sobre educación nutricional infantil

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  • CUENTOS PARA COMER SIN CUENTOS. Es una magnífica guía de 300 páginas con la que poco a poco podremos reconducir la alimentación y los hábitos saludables de nuestros hijos.
  • ¡NO QUIERO COMER!. A todos los niños les cuesta obedecer y más aún en el tema de la comida. Con este cuento aprenderán a adoptar actitudes positivas delante del plato. Incluye valiosos consejos para facilitar la tarea a los padres
  • ÑAM. Es una colección que habla precisamente de alimentos. Se trata de una maleta de cuentos muy divertidos que ha encantado a todos los niños por su gran originalidad.
  • ¡Quiero comer como los mayores!. Autor: Marta Munté. A través de la historia de Ana conoceremos el proceso por el que pasan los más pequeños de casa de dejar de ser alimentados por nosotros y desear el comer ellos solos.

APPS QUE APOYAN LA CREACIÓN DE BUENOS HÁBITOS EN LOS NIÑOS

App sobre alimentación infantil

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