Adquisición de hábitos y rutinas
Cuando nace un bebé, los padres de este se encargan de satisfacer todas sus necesidades, dan alimento cuando llora, cobijo cuando están asustados, etc.
Al comenzar el colegio, los niños y niñas deben comenzar a adquirir rutinas que no necesariamente estaban en la etapa anterior.
Con la ayuda del colegio, los niños empiezan a adquirir autonomía, responsabilidad de sus conductas, compañerismo, controlar esfínteres y comer en un horario establecido entre otras.
No obstante, es esencial que haya coherencia entre las rutinas y hábitos que se adquieren en el colegio y las que se adquieren en casa. Hoy nos vamos a centrar en dos de ellas: la alimentación y el control de esfínteres.
¿Cómo conseguir el control de esfínteres?
En primer lugar debemos identificar el nivel evolutivo del niño o la niña, puesto que existen diferentes ritmos a la hora de controlar los esfínteres.
Según los criterios diagnósticos de DSM- 5, la incontinencia de orina empieza a ser un problema a partir de los 5 años de edad y la incontinencia de heces a partir de los 4 años. Antes de esa edad es muy normal que los niños y niñas no tengan control total de sus esfínteres.
Para que el niño consiga controlar sus esfínteres es importante seguir estas recomendaciones:
- Registrar en qué momentos del día les cuesta más trabajo controlar los esfínteres.
- Reforzar (pequeños elogios verbales: ¡muy bien!, ¡ya casi lo haces tú solo/a!, etc.) al niño o la niña en cada intento de sentarse en el retrete aunque no haga nada.
- Fijar momentos en el día para que el niño o la niña vaya al baño y dejarles tiempo.
- Recompensar (a través de un sistema de puntos) al niño o la niña inmediatamente cuando haga sus necesidades en el retrete.
- Si la incontinencia es nocturna, registramos a qué hora aproximadamente suele hacerse pipí y cuando detectemos esa hora, es recomendable despertar al niño o la niña unos minutos antes y llevarle al baño.
- Si el niño o la niña moja la cama, deberá ayudar a cambiar las sabanas y lavar su muda mojada.
- Si el niño/a continua con dificultades para el control de esfínteres más allá de los 5 años, se recomienda la derivación a un especialista en pediatría o psicología.
¿Cómo conseguir buenos hábitos en alimentación?
- Cuando los niños y niñas dejan la lactancia materna y empiezan a comer otros alimentos, disponer de dispositivos electrónicos como la televisión o la tablet puede resultar útil para que se entretengan y puedan comer sin dificultad, sin embargo, a largo plazo empieza a ser un problema, puesto que los niños y niñas pasan mucho tiempo distraídos sin probar bocado. Por esta razón es importante no “entretener” a los niños y niñas en el momento de la comida. Una buena alternativa al uso desmedido de “las pantallas” sería utilizar música relajante de fondo durante el periodo de comida.
- Debemos fijar una hora determinada y un lugar fijo (siempre que sea posible) para comer, libre de distracciones con un buen ambiente para que el niño o la niña se sienta bien y disfrute de este momento del día.
- Si el niño o la niña se niega a comer, obligarle a ello solo complica las cosas dando como resultado una mayor aversión hacia la hora de la comida y una posible rabieta. Si pasa el tiempo de la comida y el niño o la niña no ha probado el plato, se le retira y se le vuelve a ofrecer en la próxima comida. De lo contrario, si le ofrecemos otra comida, el niño o la niña aprenderá que si se niega a comer más tarde le darán un plato de su agrado.