Cómo entender los miedos infantiles
¿PERO QUÉ ES EL MIEDO?
El miedo es una emoción natural que nos activa ante situaciones que percibimos como amenazadoras, nos protege y nos sirve para garantizar nuestro bienestar físico y psíquico. Un niño con miedo es un niño prudente ante determinados peligros, les hace más fuertes ante situaciones difíciles que experimentarán a lo largo de su vida.
Desde la perspectiva adulta resulta difícil entender la vulnerabilidad de nuestros niños en esta etapa infantil y en la mayoría de las ocasiones tendemos a ridiculizar sus miedos. En estos momentos debemos ser más comprensibles y respetar sus miedos para evitar momentos de bloqueos posteriores. Los niños desde bebés necesitan aprender que tener miedo es normal (ni bueno ni malo), con nuestra ayuda aprenderán a superarse y afrontar sus inseguridades. Es necesario enseñarles a manejar su miedo y controlar las emociones.
¿A QUÉ TIENEN MIEDO LOS NIÑOS?
Recordamos que el miedo es una emoción natural que va evolucionando con la edad, en función de la madurez emocional y cognitiva que va adquiriendo el niño desde su nacimiento.
MIEDOS EVOLUTIVOS:
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Los miedos de 0 a 1 año.
Miedo a objetos que aparecen de repente y a ruidos desconocidos que les alertan como un teléfono, una puerta que se cierra de golpe o voces desconocidas. Los ruidos y las apariciones inesperadas alteran su tranquilidad y reaccionan con un sobresalto o llanto.
Entre los 6 y los 9 meses, aparecen los miedos a extraños ya que es en esta edad cuando el bebé es capaz de diferenciar la forma del rostro humano, reconociendo a sus seres más cercanos.
Miedo a la separación de los padres entre los 6 y 8 meses, también conocido como la angustia del octavo mes. El niño reacciona llorando o gritando cuando ve que los padres se alejan. Este vínculo garantiza al bebé su seguridad para desplazarse por sí mismo y así investigar su entorno, cuando es de forma voluntaria.
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Los miedos de 1 a 3 años de edad
- Miedo a separarse de los padres. Al niño de uno a tres años le resulta muy duro separarse de sus vínculos afectivos. No tienen percepción del tiempo real y le resulta imposible calcular el tiempo que tardarán sus padres en regresar. La separación la ven como una situación de peligro u abandono, especialmente si no se produce normalmente.
- Miedo a la oscuridad. Este miedo suele aparecer alrededor de los 2 años y va disminuyendo hacia los 9 años. Las experiencias vividas durante el día son recordadas durante la fase de sueño y eso les asusta. Por sí mismos todavía no pueden afrontar toda esa información, ni siquiera son capaces de entenderla, por lo que cuando se queda solo y a oscuras tiene miedo.
- Miedo a las caídas. Cuando el niño aprende a caminar, tiene más probabilidades de vivir situaciones donde se expone al peligro sin darse cuenta. En esta etapa es normal que se caiga y puede que con cada pequeña caída se monte un drama y parezca totalmente inconsolable. Este drama se produce por el propio susto de la caída.
- Miedo a los animales. Este miedo suele darse entre el año y los tres años, esa fase de experimentar e investigar les hace descubrir el mundo que les rodea y en el que viven también otros seres.