Soluciones para no comerse las uñas
¿POR QUÉ LOS NIÑOS Y NIÑAS SE COMEN LAS UÑAS?
Un problema que cada día vemos más acentuado en los niños. Veamos a continuación algunas soluciones para no comerse las uñas
Muchos niños y niñas tienen la costumbre de comerse las uñas. Su nombre técnico es onicofagia. Es un hábito nervioso que aparece en la infancia y en muchos casos, se prolonga hasta la edad adulta.
A continuación les ofrecemos algunas orientaciones para su tratamiento:
- Hable con el niño y explíquele por qué no debe comerse las uñas: no queda bien hacerlo delante de las demás personas, se estropean las manos, se pueden producir heridas… Compare sus manos con otras que no se coman las uñas.
- Intente identificar las situaciones en las que el niño se come las uñas. Casi siempre son momentos de ansiedad o tensión. En otros casos, se hace en momentos de aburrimiento o incluso cuando más relajado está. Coméntelo con el chico.
- La estrategia consiste en tratar de romper la asociación entre esos momentos y el hecho de comerse las uñas. Para esas situaciones, propóngale alternativas para tener las manos ocupadas: una pelotita de goma para apretarla, por ejemplo le puede ayudar. Acostúmbrelo a tener ese objeto en las manos en los momentos más proclives y anímele a utilizarlo como alternativa. También ayuda masticar chicle sin azúcar si el niño o la niña ya tiene edad para hacerlo.
- Enséñele un comportamiento relajante para cuando lo sorprenda (o se sorprenda él mismo) comiéndose las uñas. Por ejemplo, hacer ejercicios de relajación durante un minuto con las manos, abriéndolas y cerrándolas con fuerza. Si lo sorprende comiéndose las uñas, anímele a practicar el ejercicio.
- No le regañe por el comportamiento, no es efectivo. Las llamadas de atención deben servir para animarle a practicar los ejercicios no como un castigo. Al contrario, elogie sus pequeños progresos.
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